Dicen que las cosas más bonitas son las que se acaban antes, que todo principio tiene un fin. "Lo que nace se apaga" como decía mi ídolo. Cuando las cosas van mal y te sientes una mierda, que no vales, que te falta algo, que ese algo o alguien que te ayudaba a seguir adelante ya no está, cuando la sonrisa no es tuya, sólo está dibujada, entonces es cuando te das cuenta de las cosas. De que cuando pensabas que no volverías a caer aparecieron otra vez piedras en el camino. De que no sigues siendo la chica sin problemas a la que todo le sale bien, aunque en realidad esa nunca existió. De que los malditos complejos han vuelto a jugarte una mala pasada. De que todavía te duelen las heridas, que no se curan, no.
Recuerdo que una vez en un concierto mi idolo dijo: "Todo va caminando y va cambiando". Tenía razón. A veces la vida va demasiado deprisa. Por eso tienes que sonreír, porque vale la pena. Hazlo por esas personas que te quieren, pero sobre todo hazlo por ti. Porque tú vales mucho. Mucho más que un estúpido comentario. Y si no, acuérdate de esta frase que me enseñó mi ídolo: "Ser es mejor que aparentar".
Y sí, lo que nace se apaga. Pero si sonríes se vuelve a encender, créeme ;)
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